viernes, 24 de octubre de 2014

Ariaddnne...


Hace ya algún tiempo que voy así...

Nunca quise ser esa persona patética que sigue enamorada de su ex.

Lo he intentado, de verdad lo he intentado.
Estoy haciendo ejercicio, he salido con mujeres, me he acercado a mis amigos. He hecho consciente que ya no me ama, que está enamorada de alguien más, que está empezando algo nuevo. He evitado saber de ella. Me he dicho de manera incesante y como un mantra, que me libero de la necesidad de amarla.

He puesto todo de mí y no lo he conseguido.

La odiaría si pudiera odiarla.
Odiaría que me haya amado así como me amaba y después, simplemente dejara de hacerlo.
Odiaría que haya amado que me embarrara de helado la cabeza y mi caminar chueco.
La odiaría por bailar conmigo en las calles.
La odiaría por haber terminado conmigo para trabajar en si misma y por haberse enamorado de otra persona en el proceso.

Y sólo puedo odiarme a mí por olvidar las cosas malas de nuestra relación, las cosas que me ayudarían a poner los sentimientos en su sitio. Y me odio más por no haberle dado todo, por hacerla sentir insuficiente, por criticar a su familia, por dejar de esforzarme, por ignorar sus sentimientos, por no ayudarla con amor, a crecer.

Así que no puedo odiarla, porque tuvo razón al dejarme.

Ayer soñé que aún me quería... ¿puede algo ser más patético y triste?

Estoy agotada de cargar con esta herida que no sana.